Está claro que, para trabajar el paso clave "Flujo y Continuidad", utilizamos el lenguaje no verbal como miradas, un toque en el hombro,un silencio intencionado, etc. Estos truquillos funcionan perfectamente cuando los alumnos/as te conocen y viceversa.Pero creo que hay momentos y alumnos especiales (TDH, problemas nerviosos medicados o no, etc.). En estos casos yo pongo en práctica "El minuto de gloria" porque pienso que cuando hay un alumno/a que reclama la atención puntualmente, hay que dársela. Pero para que funcione hay que tener complicidad con el resto del grupo, saber que te vas a sentir apoyado. Merece la pena interrumpir una explicación, por importante que a nosotros nos parezca, para atender públicamente a ese alumno "especialillo" y manifestarle que tiene la palabra para contarnos lo que sea pero que después debe comportarse como esperamos. Así se matan dos pájaros de un tiro: dicho alumno se siente protagonista de forma positiva y hemos hecho un paréntesis divertido que nos ha servido a todos de relajación.