1.6. Reaccionar y moldear:

F. Casares. “Tengo una alumna de las que he seleccionado para aplicar los pasos clave (gestión de aula y construyendo relaciones) que durante el primer trimestre mejoró mucho tanto en actitud como en rendimiento académico, previamente mantuve contacto con la familia para devolverle información. Sin embargo, a la vuelta de vacaciones de diciembre volvió a cambiar su comportamiento y atención en clase disminuyendo su ritmo de trabajo y volviendo a manifestar llamadas de atención. Tuve varios momentos en los que le atendí personalmente fuera de clase, advirtiéndole de las consecuencias que podía tener el mantenimiento de su comportamiento, pero un día la alumna explotó en clase con un arranque de enfado.

Actuaciones profesor: (Se ajustarían al presente paso clave 1.6.)

Cuando terminó la clase fuimos a Jefatura de estudios y hablamos de lo sucedido, de las consecuencias que podría tener si continuaba mostrándose así en clase (falta de atención, continuas llamadas de atención, bajo rendimiento, falta de respeto al profesor). También le hice ver los logros que había adquirido y cómo había sido capaz de remontar en el primer trimestre, los cambios positivos en su actitud y rendimiento.

Hubo momentos en los que le brillaban los ojos, a punto de llorar.

Desde aquel momento volvió a manifestar un cambio positivo en su trabajo en clase y en su comportamiento.

No llegué a aplicar con ella ninguna sanción, porque sabía que dicha amonestación supondría una expulsión (acumulación de faltas) y eso era justo lo que no necesitaba. Opté por tratar de que reaccionase ante el comportamiento y actitud manifestada en las últimas semanas y moldear hacia el tipo de comportamiento que deseaba que tuviese dándole la oportunidad de cambiar y elegir qué opción escoger”

1.9. Momentum

(Raquel) "Un alumno/ a no puede estar haciendo “nada”, debemos facilitarles “experiencias y oportunidades de aprendizaje”, sean del tipo que sea que le permitan participar en la medida que sea posible en el aula. De ahí la importancia de planificar previamente la gestión de aula".

1.11. Rompiendo Moldes

(Raquel) “Mostrar aspectos nuestros que permitan descolocar en algún momento a los alumnos y que permitan que tus alumnos puedan ver “la persona” que hay detrás de la faceta de profesor/ a, aprender a verte desde otra perspectiva. Que no nos de vergüenza a “desnudarnos” y exponernos a nuestros alumnos, a mostrar, por qué no, nuestros deseos, ilusiones, debilidades o miedos de forma natural".

EJEMPLOS PASOS CLAVES GESTIÓN DE AULA

1.2. Atención
Ofrecer estímulos y mensajes positivos hacia el comportamiento deseable en relación a su actitud y trabajo en clase (José Miguel. Francés)

Alabar el trabajo diario y prestar atención a las conductas positivas en la resolución de problemas en clase (F. Casares. Matemáticas)

1.3. Proactividad: Hablar con el alumno después de la clase comentándole su comportamiento y ofreciéndole la posibilidad de cambiar su actitud (Esperanza. Tecnología)
1.4. Progresión: "Mi clase da comienzo cuando cierro la puerta del aula y me dirijo a la mesa del profesor, en ese momento mis alumnos / as saben que se inicia la clase". (Marga. Lengua)

El paso clave “Progresión” me ha funcionado de las siguientes maneras: hablar bajo, guardar silencio, decir “me callo”, acercarme a los grupos “alborotadores” (F. Casares. Matemáticas)

1.10. Anclar y proyectar: Termino mis clases destacando y resumiendo los contenidos y aprendizajes más importantes tratados a lo largo de la sesión. (F. Casares)
1.12. Recordando: Termino siempre que puedo mis clases escribiendo en la pizarra las ideas más relevantes trabajadas en clase para que se fijen en mis alumnos/ as. (Celia. Biología - Geología)

Está claro que, para trabajar el paso clave "Flujo y Continuidad", utilizamos el lenguaje no verbal como miradas, un toque en el hombro,un silencio intencionado, etc. Estos truquillos funcionan perfectamente cuando los alumnos/as te conocen y viceversa.Pero creo que hay momentos y alumnos especiales (TDH, problemas nerviosos medicados o no, etc.). En estos casos yo pongo en práctica "El minuto de gloria" porque pienso que cuando hay un alumno/a que reclama la atención puntualmente, hay que dársela. Pero para que funcione hay que tener complicidad con el resto del grupo, saber que te vas a sentir apoyado. Merece la pena interrumpir una explicación, por importante que a nosotros nos parezca, para atender públicamente a ese alumno "especialillo" y manifestarle que tiene la palabra para contarnos lo que sea pero que después debe comportarse como esperamos. Así se matan dos pájaros de un tiro: dicho alumno se siente protagonista de forma positiva y hemos hecho un paréntesis divertido que nos ha servido a todos de relajación.

Alabar las intervenciones de los alumnos/as, reforzar momentos de silencio que favorezcan el aprendizaje, al igual que la escucha activa.